Dicha mezcla le da una fisonomía de gel, que será más o menos viscoso en función de la cantidad de microcristales. Según su aplicación en la industria, podemos trabajar desde un 10% a un 80% de microcristales.
Para el enfriamiento directo de productos, lo óptimo es entre el 15% y el 30%, de esta forma Hielo gel entra en contacto con toda la superficie del producto a enfriar, consiguiendo un enfriamiento rapidísimo y constante en todo el proceso.
Si queremos almacenar energía, cuanta más proporción de microcristales tengamos en el fluido almacenado, más energía tendremos.